domingo, 23 de diciembre de 2012

Hundirte en el charco

" La vida no espera, no avisa ni se hace tu amiga. La vida es un juego con una partida. Nos trata de tú, nos grita y nos mima, nos reta, nos pone un examen al día. La vida es lo único que manda en la vida. La vida no es ni tuya, ni suya ni mía. La vida es la vida, nos pone y nos quita."

Alguien a quien me unió la vida desde el minuto uno me dijo esto un día. Reflexioné y me di cuenta de la realidad de sus palabras. La vida no es un juego de niños, llega un momento en que tu mamá no te agarra de la mano para cruzar la calle, un momento en el tienes que hacer frente a los problemas como sea, pese a que no sea tarea fácil.
Sí, he dicho problemas, porque la vida es jodida, no existe una vida utópica de sonrisas y colorines y aceptarlo es duro. A veces te pega por los cuatro costados, a veces intenta hundirte y otras incluso lo consigue. 
Tan afortunado como hipócrita es aquel que dice que la vida se ha portado bien con él, porque sí, en comparación con gente que sufre de verdad día a día, podemos estar muy bien, pero siempre pensamos que por qué nos ha pasado tal cosa, que esta otra es injusta, que qué habré hecho yo.
Los problemas no se van como vienen, hay que hacer frente a ellos y no evitarlos, porque entonces nos atacarán con más crudeza. Muchos no se pueden evitar, pero muchos otros sí y por ello no hay que ponerse una venda en los ojos y hacer que no pasa nada. 
Aunque sea fácil decirlo, tampoco hay que hacerse débil, cobarde y llenarse de miedos, tampoco hay que llorar porque a estas alturas de la película quién no sabrá ya que no sirve de nada. Sin embargo, a veces caemos en todo esto que no debemos, a veces nos volvemos débiles frente a los miedos, lloramos frente a los problemas; nos hundimos en el charco y creemos no poder salir de allí.
Pero no, hay algo que no sabe mucha gente, y es que el corazón es lo más impermeable que existe, y una simple caída a un charco no lo ahoga, ni tan siquiera lo moja.
Hay que intentar esquivar los charcos, pero cuando resbalas y caes a uno, hay que salir con fuerza lo antes posible. 
La vida nos hace daño pero si no existe un contrato que firmar para subir a esta montaña rusa es porque todos lo aceptaríamos al instante, porque aunque a veces creamos que no, lo bueno siempre gana el combate final. 



1 comentario:

  1. Que gran razón lleva esta publicación, estoy muy de acuerdo con tus palabras aunque a veces sea difícil llevarlo a cabo... Me encanta como escribes. besos

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