martes, 11 de diciembre de 2012

Un día normal. O no.

Poca inspiración la de hoy, como casi siempre. Pero me he decidido a escribir por llenar este blog un poco, que si alguien lee esto, debe estar más que cansado de las únicas tres entradas que tenía.
Con esto no prometo escribir cada día, porque no lo cumpliría, pero sí más a menudo. Si la inspiración no llega, iré yo a buscarla. Eso sí lo prometo.
Pues hoy es martes, uno de esos que no son más que una prolongación de un lunes después de puente. Vaya, largos, aburridos y extraños.
Sigo con el mismo dolor de riñones con el que me desperté ayer. El médico lo llamó lumbago, pero yo me niego a creer que así sea, estoy bien y con un poco de tiempo esto se pasa. Aún así, no me libro de la pomada y de la manta eléctrica que ahora me está asfixiando y que será una de las causantes de mi crisis de ideas.
Sin embargo, he pasado una mañana sin grandes novedades y he comenzado lo que creía iba a ser otra tarde tan rutinaria como ha empezado. Me he puesto a ver una serie de médicos a la que me he enganchado, pese a que está lejos de cualquiera de mis aspiraciones.
Después, cuando he querido empezar a hacer productiva mi tarde, se ha apagado la luz. Esta vez no ha servido con levantar un interruptor. Parecía un problema local. Y, aunque me he apresurado a hacer los deberes antes de que se fuera la luz natural, las idas y venidas de la electricidad durante toda la tarde me han hecho llegar a la conclusión de que hoy la vida quería verme más en la prehistoria que en el mundo actual. Si quería enseñarme algo, lo ha hecho, sin duda. Me he dado cuenta de la dependencia que tenemos de todo lo eléctrico, y es que mi conversación con un par de amigas vía Internet parecía una conversación de besugos por las interrupciones de mi conexión a Internet.
Por lo demás, pocas novedades han alterado mi rutina, esa que odio tanto pero que verdad o no, me he convencido de que es necesaria para los cambios. 
Unos textos que nos ha dado el profesor de filosofía han sido los protagonistas de mis reflexiones de hoy. Como la mayoría de los ensayos que llegan a nuestras manos ahora, trataban la situación que atravesamos, que nos afecta a todos y que, hayámonos dado cuenta o no, impide el utópico mundo de colorines, de felicidad absoluta; de paz y amor. Creo que debemos reivindicar nuestros derechos, pero la opinión de esta pequeña ciudadana que parece admirar el periodismo llegará, pero aún no.
Y con todo esto, a dormir. Y mañana más ¿ Y mejor? No lo sé.



1 comentario:

  1. Hasta tus reflexiones sobre tus días mas normales me encantan, vamos es que en si me encantas tu :)
    Fdo: Una de tus compañeras de conversaciones de besugo.

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